sábado, 16 de marzo de 2013

El Bautismo de mi hija Helena

Hoy se bautiza la más pequeña de mis hijos: Helena. Don Héctor me ha pedido que hable sobre por qué quiero bautizarla.

La verdad es que ha sido ella la que ha decidido hacer la comunión y por eso motivo también ha decidido bautizarse.

Soy de una generación que nos quisieron meter la religión a la fuerza, sin explicárnosla, sin comprenderla, en la que todo era pecado y en la que siempre te sentías vigilado por los ojos de Dios.

Y que voy a decir del juicio final, ya me veía quemándome en un enorme horno por lo malísima que muchos decían que era.

Observaba a mi alrededor y aquellos que se daban golpes de pecho, que estaban siempre rosario en mano y rezando a todas horas luego tenían unos comportamientos tan malos que no podía comprender que la iglesia fuese precisamente eso.

Así que con aproximadamente 13 o 14 años me alejé por completo de la iglesia perdiendo toda la fé.

Cuando nacieron mis hijos, su padre y yo decidimos que si querían ser bautizados sería una elección de ellos y no una imposición por nuestra parte.

Quizá a los ojos de la iglesia no sea lo convencional ni lo deseable, pero ante mi forma de pensar y de sentir era y es lo apropiado.

No por ello he alejado a mis hijos de lo que es ser buen cristiano, sino todo lo contrario. Mis hechos, mis actos y mis palabras siempre van encaminados a que sean buenas personas, a que respeten y toleren al resto y sobre todo a que amen por encima de todo.

Pero pasemos a hablar de la protagonista, Helena.

La veo y me recuerda mucho a mi. Una niña inquieta, curiosa, con ganas de saber y de comprender, tan llena de amor hacía los demás que en muchas ocasiones se la ve sufrir por los ellos.

Es dulce, sensible, alegre, muy amiga de sus amigas y amigos, tan generosa que la ves repartir su dinero o sus cromos con los demás, cosa tan rara en la época que vivimos que dudas si reñirla o darla un beso por lo que hace.

Pero ella es así y así la quiero y no quiero que pierda su esencia porque es tan única y especial que necesitamos a muchas personas como ella en este mundo para que todo fuese un poco mejor.

Ojo, que también es mandona y se enfada con un genio... pero lo va a necesitar para que a lo largo de su vida pueda defenderse de los ataques o malos momentos que tenga.

Precisamente por estas contrariedades quiero que sea bendecida con el sacramento del bautismo, para que encuentre paz, consuelo y quizá un refugio o un lugar lleno de amigos.

Al igual que a mi me ha ayudado entrar en esa iglesia que encontraba a mi paso en cualquier ciudad o pueblo, sintiendo la paz y la tranquilidad que no había en mi vida en esos momentos en que sentía que no podía más, deseo que Helena haye la paz que pueda necesitar o que la haga no alejarse de su camino y ser feliz y vivir en paz.

Agradezco al Padre Héctor que me haya dado la oportunidad de decir estas palabras porque así mis hijos conocen un poco más lo que es realmente la religión y la iglesia, al menos la conocen desde el punto de vista de su madre y quizá no se sientan tan solos e incomprendidos como yo me sentí a su edad.

Un abrazo Helena, deseo que la vida te sonría y que el amor por los demás te colme de alegrías y de mucha felicidad. No olvides que te amo y que siempre te amaré y estaré cerca de ti. Mírame como un apoyo, como un refugio y como alguien que jamás te abandonará en la vida.

Feliz día y feliz vida mi Amor!!!