miércoles, 18 de junio de 2014

Agorafóbica

La ciudad a esa hora está bulliciosa, miles de personas van de aquí para allá y, sólo de pensarlo, se alteran mis nervios.

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-No, no quiero quedar allí. Quiero que nos veamos en un lugar más tranquilo.
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-Que no, que no quiero que haya nadie cerca ni nadie que altere mi bienestar.
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-Pues vé tú, no me obligues a pasar por ese calvario. No puedo, no me atrevo. Me da miedo.
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-Pero ¿por qué me obligas? ¿No te das cuenta de que sufro con sólo imaginarlo?
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-No, no, de verdad que no. No voy a salir.
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-Gracias por la invitación pero prefiero quedarme en casa.
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-Sí, sí, que sí… una vez más me quedo aquí.
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-En casa me siento bien, no hay peligro.
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-Ya, ya sé que debo salir, pero no va a ser hoy.
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-Mañana, quizá mañana.
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-Chao.

miércoles, 11 de junio de 2014

Impostores "altruístas"

¡Altruísmo!
¿Sabes integrarlo en tí mismo?

A lo largo de la vida uno puede estar cerca o dentro de asociaciones, clubes o grupos de personas unidas por algo en común que (dicen) opera sin ánimo de lucro ni de beneficio propio.

¡Mentira!

Interés, satisfacción, ego... en mayor o menor medida lo personal impera. ¡ Nadie hace nada gratis!.

Aunque, aquellos que más o menos se acercan al altruísmo puro, terminan siendo lapidados, juzgados, vapuleados o descreídos por los demás.

Aquellos que no soportan, que no asumen que les puede su ego, son los que emplean su energía  en hacer creer que, los que si son generosos en su tiempo y en sus ganas de ayudar a los demás, son falsos que sólo pretenden sacar su "tajada".

Quizá se crea que los altruístas son personas bondadosas, pacientes, tranquilas, que ponen una y mil veces la misma mejilla... pero si se profundiza en la historia de personas como Teresa de Calcuta, se podrá averiguar que era una persona de carácter con las que muchos no simpatizaban, pero de la que nadie puede negar que ha sido bondadosa y ha luchado por el bien de los demás. Era una altruísta pura.

Por lo que, si nos encontramos con personas con un perfil similar, de carácter, de convicciones propias, que no se amilana, que persigue un fín, que quiere conseguir algo bueno para los demás, ¿por qué cuestionamos su desinterés? ¿por qué deseamos desprestigiarle? ¿por qué se hace campaña para entorpecer su camino?

Las estupideces de la humanidad salen a flote una vez más: La envidia como foco principal, el miedo le sigue de cerca y la mediocridad les supera.

Y el altruista llega a un punto en el que se plantea si merece la pena continuar. El fín es buenísimo. La idea y el proyecto son únicos. No entiende que los demás prefieran hundirlo, antes de su nacimiento o de su continuación, por dejar prevalecer su ego y sus intereses ya sean económicos, personales, o del tipo que sean. Pero desde luego se caracteriza por  cualquier cosa menos de ser desinteresado.

Y desde fuera se vende machacando al verdadero generoso.  ¿Acaso alguien se ha planteado dejar a los generosos trabajar por un mundo mejor?. Sólo hace falta mirar hacía atrás en el tiempo, para comprobar que siempre hemos actuado igual: "Muerte" al renovador, al generoso, al diferente...

La humanidad no avanza y continúa cometiendo los mismos errores. Que pena que no exista un horizonte en el que alguna vez se cambie.

Siglos y siglos de historia y volvemos a repetir lo mismo. ¡Suspensos!. Que mal se nos dan los "cursos". Generación tras generación y seguimos errando en lo mismo.

¿Nadie se replantea romper la cadena? ¿cambiar la tendencia?, ¿es que siempre va a ser lo mismo? ¿No hay ganas de crecer en este mundo?

Que humanidad tan predecible somos, que aburridos, que pocas ganas de superación y de crear algo mejor. ¿Tendremos miedo a desaparecer? ¿Será fruto del llamado instinto de protección?

Somos víctimas de nuestro propio temor y continuaremos embalsamándonos, engañándonos, anulándonos y masacrando al que intente salirse del camino diseñado, que la mayoría prefieren reandar y reandar.

Un camino lleno de surcos por el que se pasó, por el que pasamos y por el que pasará.

No hay esperanza ni fé en la humanidad. Ahora se comprende tanto abandono, tanto acomodamiento, tanta vaganza en nuestros descendientes.

¿Para qué esforzarse si todo va a suceder igual? Si supiesemos que nuestra historia está escrita, ¿qué aliciente tendría nuestro paso por la vida?

Quizá las nuevas generaciones sean conscientes de ésto y vayan llegando nuevos seres para cambiarlo todo. Quizá sea el momento de evolucionar y por eso llegan jóvenes físicamente diferentes, mentalmente diferentes. ¿Por qué queremos anularlos?

Los adultos que, supuestamente deberíamos saberlo todo, seguimos equivocándonos y repitiendo los mismos fallos.

Es increíble lo que el miedo puede limitarnos y, los poderosos que siempre lo supieron, se han aprovechado y con ello nos han manipulado y llevado por donde ha sido de su interés.

¿Dónde están los valientes? ¿Dónde están los rebeldes, los inconformistas, los luchadores,...?

¿Por qué no evoluciona la enseñanza? ¿Por qué no hay maestros? ¿Por qué no se ha trabajado por tener a los mejores enseñándonos y mostrándonos la vida?

Tanta materia mal aplicada, mal enseñada... ¿por qué no se nos enseña lo que es la vida? ¿por qué no se nos muestra el entendimiento? Ahora surge la inteligencia emocional como el paradigma de los dioses. ¿Acaso no ha existido siempre?

Debe ser el último de los descubrimientos de algún aprovechado que le ha puesto nombre al concepto de saber manejarse en el mundo de las personas.

Hace muchos años que la educación se alejó de la verdadera educación. Pedimos una reforma, ¿qué reforma? ¿acaso sabemos lo que realmente importa enseñar y educar? ¿O vamos a volver a cambiar temarios tediosos para sustituirlos por otros iguales o peores?.

Claro que hay que enseñar matemáticas, claro que hay que enseñar lengua, claro que hay que enseñar manualidades, claro que hay que enseñar música... pero, ¿acaso estudiamos a cada uno de los seres para entender en que se desarrollaría mejor?

Por qué anular a un niño creativo que aprendería mucho mejor desde el arte, obligándole a memorizar los ríos, las partes del cuerpo, las tablas de multiplicar... ¡Que horror! Acabamos de cargarnos a un posible genio de la historia. Autoestima baja, enfadado con el mundo, personalidad derrotista... eso es lo que estamos haciendo, cargándonos a nuestros propios hijos.

Tenemos tanto miedo a lo que no conocemos, a los cambios, que no nos importa dañar a lo que se supone que más queremos: a nuestros hijos.

Y ¿por qué no escuchamos ésto a través de ningún medio? porque los medios son controlados por los más temerosos, por los más mediocres, por los que el poder les contamina y maneja.

Y nos cuentan que el único interés que tienen es el bien del mundo, que no desean nada a cambio y me cuestiono si alguien, tras leer el planteamiento anterior, sigue creyendo en los falsos altruístas, en los falsos políticos, en los falsos protectores del mundo...

¿En qué se ha avanzado con tesón e insistencia?: En alargar la vida.

Tememos tanto a la muerte que para ello hemos empleado muchos esfuerzos y ahora la especie humana vive más.

¿Por qué no hemos empleado más energía en enseñarnos a morir y en explicar que supone la muerte o el renacimiento?

Al igual que los esfuerzos se han concentrado en llenarnos de comodidades, en rodearnos de ocio y de entretenimiento... Resumiendo, en que no pensemos, en que no nos quejemos, en que no nos rebelemos.

Cuanto más entretenidos y acomodados estemos, más poder les damos a los impostores que nos controlan y manejan.

Sólo una reflexión queda por añadir: Observemos a nuestros hijos y preguntémonos ¿cómo son? ¿qué son? ¿dónde están? ¿A dónde van? ¿Quieres lo mismo que has tenido para ellos? ¿Realmente les amo?

Sólo pretendo hacer pensar. Pensando y tomando consciencia de las situaciones ya se consigue mucho.

Por la evolución del hombre merece la pena estas humildes y a la vez "ambiciosas" letras que sólo pretenden calar y llegar a alguien que despierte y ponga su primer granito de arena por un mundo sano y generoso.

Seamos capaces de ofrecer más generosidad y menos miedo. El miedo no nos permite ser libres y nacimos para serlo.