jueves, 20 de diciembre de 2012

El dolor de la miseria

La mañana gélida congela más mi cuerpo,
mensajes de ánimo y optimismo plasmar quisiera,
pero la tristeza de verme rodeada de tanta miseria,
resaltan la apariencia de mi rostro muerto.


Las miserias humanas... de cuanta miseria nos encontramos rodeados, y no me refiero a la crisis, ni a la economía ni nada que tenga que ver con el poder del dinero, aunque muchos lo aprovechen para ser más miseros si cabe.

Y si, me tocó un misero en la vida. Seguramente muchos más, pero este en concreto se lo gana día a día con creces y además poniendo mucho empeño... no se cansa y mira que han pasado ya años desde que nuestros caminos tomaron rumbos distintos, pero... eso de querer controlar la vida de otros y ver como se le escapa de sus manos parece que no lo soporta y vuelve al ataque.

Este personaje al que debo perdonar y debo sacar de mi vida para siempre, en la medida que se puede... tenemos tres "cositas" en común de las que no podemos pasar y siempre nos mantendrán "unidos".

Pero mira tu por donde, el si pasa de ellos, porque antepone sus ganas de hacerme daño al bienestar de sus hijos.

Nunca hablé tan directamente de él en este blog, pero es que ya me supera, ni vive ni deja vivir... me cansa sus ganas de hundirme, de verme en la calle, o de verme ahogada, sin recursos... debe ser que no es consciente de que todo eso influye en lo que supuestamente más queremos: Nuestros hijos.

Pero bueno, quería hablar de las miserias del ser humano y de como afectan en sus comportamientos y en su manera de moverse por el mundo que les rodea y eso voy a hacer, pero en otro momento... ahora no me siento con el ánimo de hacerlo, me siento triste y abatida, como si algo no lo estuviese haciendo bien, como si me equivocase con los pasos que estoy dando. Quizá sean mis propias miserias las que me causen esta pena y este dolor?

Llega la navidad, estas fechas que a muchos nos hacen sentir tan mal cuando lo que se supone que se celebra es algo alegre, pero... por qué entonces estamos así?

Tal vez se trata un contagio colectivo?... Como si en el subsconciente de la gente se removiese el saber que va a nacer alguien que sufrió y murió por nosotros? Que paso por este mundo para enviarnos mensajes y que después de tantos años seguimos siendo igual o más estúpidos que antes?


Que de cuestiones me planteo, quiza haya respuesta, pero sólo se que en algunos aspectos no me siento bien conmigo misma, que en otros me siento triste y con unas profundas ganas de llorar pero mis lágrimas no brotan. Ese malestar está ahí y no se está permitiendo liberarse para dejarme tranquila.

Se va achacando a mi situación física. Puede ser, soy muy activa y estas limitaciones no me ayudan mucho a sentirme plena, a dar todo lo que quiero dar, a sentirme libre... pero también pienso que si estoy así en este momento es porque quizá mi aprendizaje sea obtener todo lo que me falta desde el reposo y la poca actividad.

Pero se, que año tras año desde que tengo uso de razón, en estas fechas me siento triste y desubicada. Siento que es un momento para escapar y perderme de los demás, me encantaría tanto estar sola durante estas semanas... me encantaría tanto no tener compromisos ni responsabilidades... me encantaría no estar, simplemente eso.

No me gusta mostrarme triste y no quiero que surja algo que aumente mi tristeza, pero por desgracia siempre sucede algo que afecta aún más en mi ánimo... las miserias familiares: envidias, celos, faltas de respeto, egoísmo, desplantes, ... son fechas en las que las miserias familiares relucen y se ponen de evidencia, al menos en mi casa, así que cada vez me separo más de la familia impulsada por estas situaciones que afectan mi estado de paz y de tranquilidad.

Alguien me dijo una vez que quizá sea justo a lo que me tenga que enfrentar y superar. Realmente ya no me altera, no me pone nerviosa, no me hace perder los papeles, pero lo que si hace es entristecerme y llenarme de pena, mucha pena. Pero ahora he cambiado la manera de sentirlo o, mejor dicho, de exteriorizarlo. Seguramente mi forma de actuar de antes era la reacción al mismo sentimiento: el abandono o quizá sentirse ignorada o inexistente.

Y me voy con mi sentimiento a perderme de nuevo porque de momento no hay respiro ni aliento que me ayude a dejar de sentir lo mismo.

El dolor de las miserias sigue dentro y es mejor partir...

No hay comentarios:

Publicar un comentario