jueves, 24 de octubre de 2013

Volver a dudar

Ayer me acerqué a ver la presentación de un libro escrito por una mujer que tuve la suerte de conocer en mi vida.

Una mujer que poco a poco me ayudó a respetarme y a comenzar a quererme y a reconocerme.

Una mujer con una gran sabiduría, que ama al ser humano y desea que su vida sea justa y tranquila.

El libro que presentaba trataba un tema tan delicado y aparcado como es que la víctimas de maltrato consigan recuperar la dignidad y que su vida sea justa.

En aquella presentación se encontraban empresarias y mujeres que, aparentemente, no eran víctimas ni sufridoras de maltrato.

Y hablaban desde el sentimiento de querer saber, ayudar, ... pero, a las que sí somos mujeres maltratadas, por un momento nos hicieron avergonzarnos de nuevo de haberlo sido.

Incluso, en mi caso, me hicieron dudar de nuevo de si había sido maltratada o no.

Comenté alguna intervención y mis primeras palabras dudaron a la hora de hablar de...  nosotras, las que hemos sido maltratadas...

Sí, mi voz tembló y dudó, no sabía si decir que era una de esas víctimas de las que hablaba el libro o de ocultarlo y no reconocerlo ante un público que siempre me había hecho sentir mal por sufrir lo que padecí durante demasiado tiempo.

Mirad!, acabo de juzgarme. Acabo de castigarme y acusarme de que pasé lo que pasé "durante demasiado tiempo".

A veces creo que nunca voy a ser capaz de recuperarme del todo. Que siempre va a quedar algo que me lo despierte o me haga sentir mal de nuevo.

Es como el extoxicómano, el exalcohólico, el exfumador... siempre tienes dudas y miedo de volver a caer en tu "vicio".

Y es lamentable que lo compare con los vicios, no creéis?

Cualquiera diría que los maltratos son ocasionados por la dependencia emocional que nos ata al maltratador...

No sé si estoy escribiendo barbaridades para los demás, incluso para mí misma. Pero necesito sacarlo fuera. Necesito leerlo desde fuera de mis sentimientos y mi cuerpo.

Siento algo de pena, pero a la vez fuerza y seguridad. Son sentimientos encontrados y contrarios que me ayudan a poner los pies en la tierra de nuevo.

Me vuelve a poner alerta y me hacen no relajarme. Y sé que no es lo que me gustaría, porque mi meta es vivir en paz. Pero... no quiero volver al maltrato, no quiero que los que me rodean los sufran o los hagan padecer.

Cuando llegue a casa me senté a hablar con mis dos hijas. Las hice buscar en internet un artículo de prensa del país del domingo, en el que se hablaba sobre las menores que ya están siendo víctimas y viviendo este clavario.

Tengo hijas y no quiero que nadie las humille, las anule ni las falten el respeto.

Quiero educarlas para que no sufran lo que algunas hemos sufrido y... no sé como hacerlo y eso me asusta.

Pero la verdad, es que lo que me ha sorprendido son mis dudas. El volver a dudar, el creer que es algo que me invento, que no existió, que me estoy englobando en un grupo al que no pertenezco.

A mí no me pegaron, pero si me gritaron, me empujaron, me hicieron ver que no valía nada, que era fea, gorda, que nadie me quería, que mi familia no me quería, que mis amigos estaban a mi lado por interés, ... eso es maltrato, verdad?

Que no podía vestir con ropa que enseñase el escote, o demasiada pierna, que no podía hablar con otros hombres ni sonreírles amablemente porque eso era coquetear... eso es maltrato, verdad?

El vivir siempre haciendo las cosas para que él no me chillase o no me pusiese la cabeza como un bombo, con charlas, acusaciones, reprimendas... eso es maltrato, verdad?

El dejar de vivir para mí y vivir sólo para él... eso es maltrato, verdad?
 
El dejar que me poseyese sin querer... eso es maltrato o abusos? las dos cosas, verdad?

Necesito reafirmar que he sido maltratada porque no quiero tener dudas, ni miedos, ni vergüenzas.

No debo ser más víctima de lo que ya fuí.

No debo avergonzarme por haber sufrido la prisión de un maltratador.

Debo sentirme bien e incluso orgullosa de haberme librado y de haber tenido la ayuda y la fuerza que tuve para alejarme de aquello, verdad?

Entonces, por qué dudo? por qué me avergüenzo?

Por qué callo cuando debería airearlo sin temor?.

Sí, yo soy la víctima. No hay condena ni debe haberla para mí. 

He trabajado y trabajo mucho para no tenerle miedo, para acabar de romper esos lazos que me anulaban.

Lo único que siento, es que mis hijos siguen viéndole y sufriéndole y no sé si eso es bueno o no.

No sé, si esa convivencia insana les calará para mal y con el paso de los años sean maltratados o maltratadores.

Y esas dudas de ayer que hoy me atormentan, quizá sean para avisarme de que aún no he acabado de luchar contra el maltrato.

Debo seguir avanzando para salvarles a ellos.

Volver a dudar me hace avanzar!!!!


Leedlo o regaladlo: "La zona segura" de Maribel Maseda Virosta, editorial LIDL empresarial

http://www.maribelmaseda.com/gym-ki/
http://www.youtube.com/watch?v=XaE5oU8XJPk

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