martes, 24 de diciembre de 2013

Mi corazón me habla

Hoy mi corazón está triste.

Está triste por mi mamá. Mi mamá desea dar amor, mucho amor, pero jamás supo como hacerlo. No recuerdo ningún abrazo, no recuerdo ninguna muestra de afecto que incluyese el contacto físico. Durante mucho tiempo lo añoré, lo eché en falta.

Quizá sea yo quién tenga que abrazarla, quién tenga que darle el calor que ella nunca recibió y por ello tampoco supo entregarlo.

Me sentí rechazada por mi abuela cuando, al fallecer mi abuelo, fuí a abrazarla. Nerviosa e incluso violenta me apartó con su brazo acompañado de un "qué haces".

Por lo que mi madre, si alguna vez quiso refugiarse en esos brazos, seguramente encontró el mismo rechazo que yo hallé.

Ahora con los años, veo en mi madre a una mujer muy sensible que oculta sus lágrimas con mayor dificultad. Siempre haciendo las cosas que no quiere, sintiéndose obligada a llevar una vida muy diferente a la que su interior desea.

Durante años hice lo mismo que ella, pero ahora soy libre de hacer lo que deseo y ella lo comprende.  Respeta mis deseos porque en el fondo también son los suyos. Esa es su mejor muestra de amor hacía mí.

Mi corazón también me dice que debo poner a cada cual en su sitio...

Que soy yo la que debo situarme en la familia y no la familia la que lo haga.

Es realmente triste creer que tu familia te quiere y comprobar que quieren manipularte y etiquetarte o manejarte a su antojo.

Y no es de mis padres de quién hablo, sino de primos, hermana, tíos... Quizá no se hayan dado cuenta de que no soy manejable. De que yo voy y vengo cuándo quiero y hacía dónde quiero ir.

Mi corazón además se siente incompleto...

Durante todos los años que amé fuí entregando pedacitos de mi corazón. Creía que esa era la manera de amar y fuí despojándolo poco a poco.

Ahora sé que no amé bien. Hay que amar mostrando la sensación y la esencia del amor, pero jamás entregando el corazón.

El corazón feliz es aquel que está completo, por lo que ahora toca ir a recoger esos pedacitos que esparcí durante todos estos años.

Tendré que buscarlos haciendo un recorrido por mi vida. Recogiendo con mucho cuidado esos pedacitos e ir completando el puzzle incompleto de mi amor.

No temáis aquellos que tenéis un pedazo de él. Cuidarlo bien hasta que vaya a por él. Dejaré bien sellado el vuestro para que no notéis el vacío que se pueda dar en vuestro ser.

Agradeceré que lo hayáis portado a lo largo del tiempo y lo hayáis mimado como merezco. Pero no os pertenece, os lo entregué por error. No sabía que eso no se hacía.

Ahora debo recuperarlo para sentirme plena. Para poder amar con todo el corazón completo.

Por favor, devolvédmelo sin miedo y sin egoísmo. No os quedéis lo que no es vuestro. El devolverlo también os ayudará a ser más libres y no cargar con lo que no os pertenece.

Sintámonos agradecidos y felices por el amor compartido y dejemos que cada pedazo vuelva a su lugar.

Mi corazón me dice que abrace a mi madre con un amor fuerte e intenso, que sea yo quién me sitúe en la familia, que recupere mis pedazos y selle aquellos en los que los deposité... que una vez que consiga todo ésto, mejorará mi vida en todos los aspectos: con mis hijos, con mi pareja, con la familia, con todos los que me rodean.

Soy corazón, soy amor y necesito de todas mis "armas" para que mi vida y la de los que me rodean sea mucho mejor.

Bonita tarea la que inicio, con ilusión, con pasión, con amor... quiero conseguirlo y os pido colaboración.

Hoy mi corazón me habla triste, pero sé que no tardará en hablarme contento.

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